07 junio 2024

Similitud macabra

𝐒𝐢𝐦𝐢𝐥𝐢𝐭𝐮𝐝 𝐌𝐚𝐜𝐚𝐛𝐫𝐚


Ante la inminencia de la celebración de las Elecciones Europeas, parecería pertinente hablar del estilo de comunicación, tanto de los políticos de la derecha y de la extrema derecha,  como el de los medios de comunicación y de los tabloides que los apoyan. 

Después de un análisis atento de sus palabras y de sus escritos, ha empezado a sobrevolar nuestro inconsciente un nombre, Goebbels, ministro de propaganda en la Alemania nazi, que redactó una serie de principios, que después de cotejados con el análisis mencionado con anterioridad, nos han llevado a pensar en una "macabra coincidencia", que nos retrotrae a la propaganda en la época del nazismo, personificada por Goebbels y su manera de manipular a una parte del pueblo alemán, que se resume en los:


𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐆𝐨𝐞𝐛𝐛𝐞𝐥𝐬:



1.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒊𝒎𝒑𝒍𝒊𝒇𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒚 𝒅𝒆𝒍 𝒆𝒏𝒆𝒎𝒊𝒈𝒐 𝒖́𝒏𝒊𝒄𝒐: Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.


2.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒎𝒆́𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒂𝒈𝒊𝒐: Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. 


3.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒏𝒔𝒑𝒐𝒔𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏: Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.


4.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒆𝒙𝒂𝒈𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒚 𝒅𝒆𝒔𝒇𝒊𝒈𝒖𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.


5.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒖𝒍𝒈𝒂𝒓𝒊𝒛𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.


6.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.


7.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒏𝒐𝒗𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.


8.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒐𝒔𝒊𝒎𝒊𝒍𝒊𝒕𝒖𝒅: Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.


9.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒊𝒍𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐: Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.


10.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒏𝒔𝒇𝒖𝒔𝒊𝒐́𝒏: Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.


11.- 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒖𝒏𝒂𝒏𝒊𝒎𝒊𝒅𝒂𝒅: Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad


Se nos antoja que estos principios no nos resultan ajenos cuando escuchamos y leemos los discursos incendiarios de la derecha y de la extrema derecha. 



Situar en su contexto la foto de Goebbels, que figura más arriba, y que se titula “La mirada del odio”, nos ayudaría a entender a lo que podríamos estar abocados…..:

   La foto de Joseph Goebbels, conocida como "la mirada del odio", fue capturada por el fotógrafo   Alfred Eisenstaedt en 1933 durante una Liga de Naciones en Ginebra. En esta imagen, Goebbels, ministro de Propaganda nazi, muestra una expresión de intenso desdén y hostilidad, dirigida hacia el fotógrafo, que era judío. La foto captura de manera poderosa la naturaleza venenosa y peligrosa del régimen nazi, personificada en la figura de Goebbels. Su mirada penetrante y feroz refleja el odio visceral que caracterizó la propaganda nazi y su ideología antisemita. Esta imagen se ha convertido en un símbolo del fanatismo y la brutalidad del Tercer Reich, evidenciando cómo una sola mirada puede transmitir una profunda malevolencia y un desprecio absoluto.


Este sombrío panorama quizá obligue a las personas progresistas a emitir un voto razonado en las próximas Elecciones Europeas.


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