¡Los bárbaros han regresado!

 ¿O han estado siempre entre nosotros?...

 Las similitudes ideológicas entre Vox, el PP y el franquismo, son palpables en el enfoque conservador y autoritario que comparten en temas culturales y sociales, aparte de otros. 

Al día siguiente de finalizar las elecciones municipales y autonómicas, demostrando su no oculta aversión a la cultura, Vox el PP se pusieron a ello: iniciar una cruzada de “censura cultural”. 

La censura cultural iniciada por Vox y el PP refleja una afinidad ideológica con el pasado franquista, evidenciando un enfoque autoritario y conservador que limita la libertad artística y cultural en nombre de una supuesta defensa de valores tradicionales y religiosos. Estos actos de censura no solo representan un retroceso en términos de libertad de expresión, sino que también amenazan la diversidad cultural y la riqueza democrática español. 

Resumen de los casos de censura de "contenidos culturales": 

• Paco Bezerra, el Premio Nacional de Literatura Dramática, asistió sorprendido, a como los Teatros del Canal, dependientes de la consejería que presidía Marta Rivera de la Cruz, retiraban Muero porque no muero, obra para la que había obtenido varias subvenciones europeas. La obra empieza con Santa Teresa de Jesús, quien regresa a la vida 500 años después de morir y al regresar se da cuenta de que es "un espíritu, un fantasma" y se pone a investigar. "Al poco de morir, lo primero que hacen con ella es abrirla en canal y descuartizarla. Se pone a buscarse a sí misma y a recomponerse y roba los trozos de su cuerpo", explica (año 20022). 

• Vox ya está aplicando su agenda cultural: retirar banderas LGTBIQ+ de los ayuntamientos o eliminar obras de teatro que ya estaban programados, esta es la filosofía del partido de extrema derecha. El propio vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, se refirió a la bandera LGTBI+ como "un trapo arcoíris". 

• En Valdemorillo se ha sustituido una película, que se proyectaba en los “cines de verano”, por un combate de boxeo. 

• Orlando, obra de teatro, también censurada en Valdemorillo. La obra de Virginia Woolf relata la vida de un joven que, durante cinco siglos, será indistintamente hombre y mujer. 

• El PP y Vox retiran en un pueblo de Cantabria, Santa Cruz de Bezana, la película infantil ‘Lightyear’, en la que aparecen dos mujeres besándose. 
•  El ayuntamiento de Borriana ha decidido cerrar en una caja los ejemplares de cinco revistas escritas en catalán que han estado en la biblioteca municipal desde hace más de una década, la razón que esgrimen se basa en el hecho, según los censores, de que “incitan al separatismo”…

• El espectáculo Nua, que gira en torno los trastornos alimenticios y la presión estética que sufren muchas mujeres, han sido retirados de los programas ya cerrados de los consistorios de Valdemorillo y Palma. 

En definitiva, la censura cultural ejercida por Vox y el PP refleja su afinidad ideológica con el pasado franquista. Al igual que durante el régimen franquista, donde se prohibían y censuraban obras que se consideraban contrarias a la ideología oficial, Vox y el PP muestran una clara disposición a cancelar eventos culturales y restringir la libertad de expresión, aduciendo que en su ánimo lo único que se intenta es preservar una supuesta moralidad y cohesión social. Esta actitud refleja, de forma clara, una nostalgia negativa por un pasado autoritario y una falta total de compromiso con lo que significan los valores democráticos y la diversidad cultural. 

Con casi total seguridad, estos casos de censura cultural aumentarán de manera exponencial en los próximos meses, años