Edward Hopper, uno de los artistas más famosos del siglo XX, es conocido por sus pinturas de la vida urbana y su querencia por la soledad, que aparecen en muchas de sus obras. Hopper nació en 1882 en Nueva York y desarrolló un estilo único que combinaba realismo con una profunda emoción.
A lo largo de su carrera, utilizó magistralmente la luz y la sombra para sugerir una sensación de aislamiento y contemplación en sus personajes, lo que llevó a muchos críticos e investigadores a considerar la conexión entre su arte y la experiencia de la soledad, que flota en muchas de sus pinturas
La soledad se puede “sentir” en muchos de los trabajos de Hopper y quizás refleje su propia carácter, marcado, quizá, por su historia personal.
Pinturas como Nighthawks (1942), le evocan al autor de este blog, una parte de su propia historia, repleta de incertidumbres y soledades, que le impelen a trasladar una parte de su vida, enlazándola a esta pintura, expresando sus propias dudas, incertezas, y que revive, no sin cierto dolor, mientras contempla, absorto, esta lienzo :

