En Galicia, donde la niebla acaricia los bosques y las sombras danzan al compás del viento, amanece un universo de leyendas, grabadas en el murmullo de los ríos y el silencio de las montañas.
En el corazón de las brumosas tierras de Galicia, donde los susurros del viento cuentan historias antiguas, una procesión etérea toma forma bajo el manto de la noche. La Santa Compaña, desfile de almas errantes, avanza silenciosa por las sendas ocultas del bosque, envuelta en el misterio de lo arcano. Guiada por un mortal, el portador involuntario de la cruz y el caldero de agua bendita, la procesión serpentea con solemnidad espectral.
En la torre indómita que desafía al océano, Hércules elevó su legado de piedra, donde el eco de su epopeya resuena con el bramido de las olas, y el alma de un gigante yace sometida bajo el peso del tiempo y la leyenda.
Entre las brumas de Allariz, emerge el misterio del Hombre Lobo, quién, en noches de luna llena, bajo su piel humana, sufre la maldición antigua que transforma su ser en un canto de terror, sus pasos resonando en el bosque con el latido de lo salvaje.