Están sepultando nuestros derechos, cubriéndolos con "múltiples capas de pintura"...

"El primer gol del pueblo chileno", Roberto Matta (1971)

El mural que ilustra nuestra reflexión fue pintado, en 1971,  por Roberto Matta (por cierto, "Premio Príncipe de Asturias"...), artista chileno, como conmemoración del primer aniversario del gobierno de Salvador Allende.

Después de la llegada de Augusto Pinochet al poder, fue cubierto por varias capas de pintura, con el objetivo de negarle una parte de su historia al pueblo chileno. Afortunadamente, pudo ser restaurado en parte, y en este momento se encuentra expuesto en el "Centro Cultural Roberto Matta, La Granja", en Santiago de Chile.

Los "malos pintores de brocha gorda", en nuestro país, y sus amos están cercenando nuestros derechos adquiridos después de muchos años de lucha. La crisis, esta gran estafa, les está sirviendo para instaurar, en palabras de Loic Wacquant, "un  estado-Centauro que despliega rostros opuestos en los dos extremos de la estructura de clase: es "edificante" y “emancipador” en la cumbre, donde actúa para proveer los recursos y ampliar las opciones vitales de los dueños de capital económico y cultural, pero es punitivo y restrictivo en la base, cuando se trata de administrar las poblaciones desestabilizadas por la profundización de la desigualdad y la propagación de la inseguridad del trabajo...". Rostros opuestos que, en nuestro país, se podrían resumir de la siguiente manera: apoyo   a las "bankias", a las grandes fortunas, amnistía fiscal a los delincuentes económicos..., y por otro lado, criminalización de todos los movimientos ciudadanos (por ejemplo, 15-M), partidos políticos de izquierdas y sindicatos, para que así les resulte más fácil acabar con nuestros derechos. Pretenden instaurar un tipo de estado que ampare a los mercados, que se encargue de que los beneficios sean "para los de siempre", mientras aplica el paternalismo punitivo sobre los de abajo...